lunes, 9 de julio de 2007

DEL LIBRO: ANTE UN MUNDO EN CRISIS

Pregunta: Durante muchos, muchos años, he luchado con un problema personal. Estoy todavía luchando, ¿qué debo hacer?

Krishnamurti: -¿Cuál es el proceso para la comprensión de un problema? Para comprender, la mente-corazón debe descargarse de sus propias acumulaciones, de manera que sea capaz de una percepción recta. Si queréis comprender una pintura moderna, tenéis, si os es posible, que hacer a un lado vuestra preparación clásica, vuestros prejuicios: vuestras respuestas ya educadas. De manera similar, si deseamos comprender un complejo problema psicológico, debemos ser capaces de examinarlo sin ninguna propensión favorable o condenatoria; debemos estar en aptitud de abordarlo con desapasionamiento y frescura.
El que interroga dice que ha estado luchando durante muchos años con su problema. En su lucha el ha acumulado lo que llamaría experiencia, conocimiento, y con esta carga en aumento trata de resolver el problema; de ese modo nunca se ha puesto frente a frente con él, abiertamente, como de nuevo, sino que siempre lo ha abordado con la acumulación de varios años. Es esta memoria acumulada lo que confronta el problema y por tanto no existe su comprensión. El pasado muerto obscurece el siempre vivo presente.
La mayoría de nosotros nos encontramos arrastrados por alguna pasión y somos inconscientes de ello, pero si acaso somos conscientes, generalmente la justificamos o disculpamos. Mas si es una pasión que deseamos trascender, por lo general luchamos con ella, tratamos de conquistarla o suprimirla. Al tratar de vencerla no la hemos comprendido; al tratar de suprimirla no la hemos trascendido. La pasión permanece todavía o ha tomado otra forma que es aún causa de conflicto y dolor. Esta constante y continua lucha no trae comprensión, sino sólo fortalece el conflicto, recargando la mente-corazón con la memoria acumulada. Pero si podemos ahondar profundamente dentro del conflicto y morir a él, enfrentarnos a él como por vez primera, sin el lastre del ayer, entonces podemos comprenderlo. Por estar nuestra mente-corazón alerta y aguda, profundamente consciente y en quietud, el problema se trasciende.
Si podemos abordar nuestro problema sin formular juicios, sin identificación, entonces las causas que yacen detrás de él se revelan. Si hemos de comprender un problema, debemos apartar nuestros deseos, nuestras acumuladas experiencias, nuestros patrones de pensamiento. La dificultad no está en el problema en sí, sino en cómo lo abordamos. Las cicatrices de ayer impiden abordarlo en la forma debida. El condicionamiento traduce el problema de acuerdo con su propio molde, lo cual no libera en forma alguna el pensamiento-sentimiento de la lucha y dolor del problema. Traducir el problema no es comprenderlo; para comprenderlo y así trascenderlo, la interpretación debe cesar. Lo que se comprende plena, completamente, no deja huella como memoria.

Krishnamurti, Ojai, 1945 46